miércoles, 27 de julio de 2011

Dieta Dukan (I): Por qué y cómo empecé.

Buenas, comienzo hoy una serie de apuntes sobre dicha dieta desde mi propia experiencia y también me gustaría poner en cuestión una serie de cosas que se comentan en programas de televisión que, según parece, son "serios y de investigación".

Antes de empezar a meterme en materia, me gustaría poner en antecedentes a cualquier lector o lectora. He realizado, anteriormente, muchas dietas, tanto con profesionales nutricionistas, como por medio de cadenas tipo Naturhouse. El resultado siempre el mismo: perdida razonable de peso y, en un plazo relativamente corto, recuperación y aumento del mismo.

En la primavera de este año, uno de mis tíos me comenta lo siguiente: "Oye, Tomás, tu tía y yo estamos haciendo una dieta que me recomendó un amigo mío. Ya perdimos ambos un montón de peso y es muy fácil de llevar. Puedes comer las cantidades que tu quieras, sin límites. Se llama dieta Dukan y la explican en el libro 'No consigo adelgazar'". Incrédulo yo, asentí con una cara que mostraba cierto interés, pero sin llegar a más. De hecho, me olvidé pronto del tema.

Llegó la precampaña de las elecciones municipales. Formaba parte de una candidatura y nos sometimos al reportaje fotográfico de rigor, además de realizar un vídeo de campaña. Al ver el resultado de dicho reportaje reparé en la diferencia con respecto a la campaña anterior, hace cuatro años: había engordado bastante. Reconozco que esa noche lo pasé mal, pues estuve dando vueltas en la cama y no conseguía dormir. Creo que esa noche fue el punto de inflexión.

Al día siguiente fui a El Corte Inglés a realizar unas compras que ya tenía programadas con anterioridad. Estaba en la sección de discos y me dirigía al estanco. Al pasar por la zona de librería me paré a ver unos libros de programación web, pero no encontraba el que quería. Busqué, también, el último de Eduard Punset, 'Excusas para no pensar', pero tampoco lo localizaba. Entonces recordé que en la librería de El Corte Inglés tienen una zona con los diez libros más vendidos: seguro que estaba allí. Y allí estaba el libro de Punset, entre los más vendidos. Cogí un ejemplar y, de paso, me puse a repasar la lista de los más vendidos.

El primero de la lista era uno que me sonaba de algo, 'No consigo adelgazar'. Tardé poco en darme cuenta de que era el libro de la dieta que seguían mis tíos. Rápidamente, empecé a ojear un ejemplar para curiosear un poco, pero reconozco que me pareció un rollo infumable y lo volví a dejar en su sitio. En la misma estantería, al lado, como segundo de la lista, había otro titulado 'El método Dukan ilustrado'. Le eché un vistazo y me pareció más ameno y mejor explicado. Muy sencillo y muy visual.

En ese momento tenía dos libros, uno en cada mano. El primero, la última novela de Eduard Punset, el otro, un libro sobre una dieta. ¿Cuál elegir?. En principio, lo tenía claro: no iba a fallarle a Punset. Pero de camino a la caja, decidí que habría que intentar lo de la dieta, si, como parece, daba tan buenos resultados.

Esto ocurrió el 4 de mayo. Tres días después, 7 de mayo, comencé la dieta tras leerme el libro. Hoy, 27 de julio de 2011 tengo 15 kg menos de peso corporal y estoy, aún, realizando la dieta.

En el próximo artículo explicaré un poco los pasos de la misma.

lunes, 7 de marzo de 2011

Video de precampaña do PSdeG-PSOE de Ponteareas

Aquí vos deixo o video de precampaña que fixo a Agrupación Socialista de Ponteareas para as Municipais de 2011:

lunes, 30 de agosto de 2010

Arturo Grandal, alcalde de Salvaterra do Miño, o cuando manda un ceporro.


Tras mi corto periodo de vacaciones, hoy me he vuelto a incorporar a mi puesto de trabajo. No fue muy duro, pues con una semana de descanso no se desconecta gran cosa. El caso es que, cuando estaba tomando el cafecito del mediodía, me pongo a leer la crónica de la “LI Festa do Viño do Condado” que publica en el día de hoy el Faro de Vigo, de las manos del periodista Gabino Porto.

En dicho artículo se describe lo bien que fue la fiesta, lo que se comió y bebió en ella (vino, por supuesto), las aventuras y desventuras de diferentes personas que asistieron y el nombramiento de fulano o mengano como cofrade, entre ellos el gran periodista de Faro de Vigo, Fernando Franco. También, finalizando el mismo, aparece una reseña con los discursos de diferentes políticos y cargos que asistieron.

Aquí es donde me quedé anonadado. Leí la siguiente frase: “…tuvieron lugar varios discursos institucionales, en ellos el alcalde de Salvaterra, Arturo Grandal, pidió al gobierno un cambio en la tasa de alcoholemia para los conductores “para igualarla a otros países europeos” y recomendó que se pase de 0,25 al 0,50 “como en Portugal y Francia”…”

Evidentemente, este individuo, por no llamarle otra cosa, seguro que quiso conseguir un aplauso fácil (me lo imagino, en el acto, vitoreado por legiones sedientas de vino), pasándose por los mismísimos uno de los grandes cánceres que, todavía, hay en nuestras carreteras y que es es el binomio alcohol-conducción.

Pero ahí no quedó la cosa, pues mi instinto me decía que esa aseveración no era verdad. Y, efectivamente, tras una breve incursión por internet con mi iPhone, la verdad salió a flote. La tasa de alcoholemia en España, Portugal y Francia es la misma, 0,5 gramos de alcohol en sangre o 0,25 miligramos por litro de aire espirado.
El señor Grandal quiso hacerse el gracioso y el listo en su discurso de la “Festa do Viño do Condado” y demostró, una vez más, que es un ceporro, tan grande como el peluquín que lleva sobre su cabeza.

Mientras tanto, el Concello de Salvaterra do Miño seguirá en bancarrota.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Artículo de Mijail Gorbachov (El País, 5/11/09)

20 años después del Muro la historia continúa
MIJAÍL GORBACHOV 05/11/2009



Veinte años han pasado desde la caída del Muro de Berlín, uno de los símbolos vergonzosos de la guerra fría y de la peligrosa división del mundo en bloques y en esferas de influencia enfrentadas. El periodo actual nos permite observar aquellos acontecimientos y formarnos una opinión menos emocional y más racional.


La primera observación optimista es que el anunciado fin de la Historia no se ha producido en absoluto. Pero tampoco ha llegado lo que los políticos de mi generación confiaban sinceramente que ocurriría: un mundo en el cual, con el fin de la guerra fría, la humanidad podría finalmente olvidar la aberración de la carrera armamentista, de los conflictos regionales y de las estériles disputas ideológicas y entrar en una suerte de siglo dorado de seguridad colectiva, uso racional de los recursos, fin de la pobreza y la desigualdad y restauración de la armonía con la naturaleza.

Otra consecuencia es la interdependencia de importantes aspectos que tienen que ver con el sentido de la existencia de la humanidad. Esta interdependencia no se da sólo entre los procesos y hechos que ocurren en los diferentes continentes, sino también en el vínculo entre los cambios en las condiciones económicas, tecnológicas, sociales, demográficas y culturales de miles de millones de personas. La humanidad ha comenzado a transformarse en una civilización única.

Al mismo tiempo, la desaparición del llamado telón de acero y de las fronteras ha yuxtapuesto no solamente a aquellos países que hasta hace poco representaban diferentes sistemas políticos, sino también a civilizaciones, culturas y tradiciones.

Los políticos del siglo pasado podemos estar orgullosos de haber evitado el peligro de una guerra termonuclear. Sin embargo, para millones de personas el mundo no se ha convertido en un lugar más seguro que antes. Innumerables conflictos locales y guerras étnicas y religiosas han aparecido en el nuevo mapa de la política mundial. Una prueba evidente del comportamiento irracional de la nueva generación de políticos es el hecho de que los presupuestos de defensa de muchos países, grandes o pequeños, son ahora mayores que durante la guerra fría, así como que los métodos represivos son una vez más el medio general para resolver conflictos y un aspecto común y corriente de las actuales relaciones internacionales.

Desafortunadamente, a lo largo de las dos últimas décadas el mundo no se ha vuelto un lugar más justo: las disparidades entre la pobreza y la riqueza incluso se incrementaron, no sólo en los países en desarrollo, sino también dentro de las propias naciones desarrolladas. Los problemas sociales de Rusia, como en otros países poscomunistas, son una prueba de que el simple abandono de un modelo defectuoso de economía centralizada y de planificación burocrática no es suficiente para garantizar tanto la competitividad del país en una economía globalizada, como el respeto por los principios de la justicia social.

Deben añadirse nuevos desafíos. Uno es el terrorismo, convertido en la "bomba atómica de los pobres", no sólo en sentido figurado sino en sentido literal. La incontrolada proliferación de las armas de destrucción masiva, la competencia entre los antiguos adversarios de la guerra fría para alcanzar nuevos niveles tecnológicos en la producción de armas, y la emergencia de nuevos pretendientes a desempeñar un papel protagonista en un mundo multipolar, incrementan la sensación de caos que está afligiendo a la política global.

El verdadero logro que podemos celebrar es el hecho de que el siglo XX marcó el fin de las ideologías totalitarias, en particular las inspiradas en creencias utópicas. Pero pronto resultó evidente que también el capitalismo occidental, privado de su viejo adversario histórico e imaginándose a sí mismo como el indiscutible ganador histórico y la encarnación del progreso global, puede conducir a la sociedad occidental y al resto del mundo a un nuevo y ominoso callejón sin salida.

En este marco, la irrupción de la actual crisis económica ha revelado los defectos orgánicos del presente modelo occidental de desarrollo impuesto al resto del mundo como el único posible. Asimismo, demuestra que no solamente el socialismo burocrático sino también el capitalismo ultraliberal tiene la necesidad de una profunda reforma democrática y de la adquisición de un rostro humano, una suerte de perestroika propia.

Hoy en día, mientras dejamos a las espaldas las ruinas del viejo orden, podemos pensar en nosotros mismos como activos participantes en el proceso de creación de un mundo nuevo. Muchas verdades y postulados considerados indiscutibles (tanto en el Este como en el Oeste) han dejado de serlo. Entre ellos estaban la fe ciega en el todopoderoso mercado y, sobre todo, en su naturaleza democrática. Había una arraigada creencia de que el modelo occidental de democracia puede ser difundido mecánicamente a otras sociedades cuyas experiencias históricas y tradiciones culturales son diferentes. En la situación presente, incluso un concepto como el del progreso social, que parece ser compartido por todos, necesita una información más precisa y una redefinición.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Retomamos el blog

Hola amigos y amigas. Ultimamente me habéis mandado muchos correos electrónicos, preguntándome el porqué de la desactualización de mi blog. La respuesta la podréis ver en la foto. Se llama Javier y nació el 27 de junio. A partir de ahora, sacaré un poco más de tiempo para seguir compartiendo cosas con vosotros.

Gracias por vuestro interés.

Por cierto, a muchos de los que me conocéis os extraña que escriba en español. La respuesta es fácil: mi blog está orientado a un gran espectro de personas, muchas ajenas a Galicia y, por tanto, no comprenden nuestra lengua, de ahí que decidiese usar el español. Aunque, tranquilos, que también escribiré algunos de mis artículos en gallego.

Saludos.

miércoles, 24 de junio de 2009

Un artículo especialmente destacado.



Me permito la osadía de publicar aquí un artículo de Juan José Millás, el cual, me ha gustado mucho. Como no tengo mayor interés económico en el tema, no creo que pase por aquí la SGAE a intentar cobrar cánon ni cosas de esas.

"Sueños"

"Yo quiero estar imputado, como Camps, para ser feliz, para reír con la franqueza con la que ríe él, para divertirme a la entrada y a la salida de los juzgados, para que la gente me aplauda y me jalee como a un actor de moda, para que la alcaldesa de Valencia o cualquier otra se muera por
acompañarme, del brazo, a los tribunales de justicia. Tengo derecho a ser feliz, a que me regalen trajes y entradas para el circo, lo mismo que a mi señora y a mis hijos. Yo quiero que mis defectos se hagan públicos y que a la gente le parezcan normales, del mismo modo que parece normal no usar para nada las tarjetas de crédito.

–Querida, te cojo doce mil euros de la caja de la farmacia, para hacerme unas chaquetas.

–Vale, corazón, pero no pidas factura, que estoy de papeles hasta el gorro.

Yo quiero que las bolsas de plástico con las que la gente me ve ir y venir por la calle estén llenas de billetes de 500 euros y no de judías verdes o lechugas. Yo quiero pagar al contado mis viajes a Sudáfrica (8.000 euros) y devolver 300.000 en billetes de 50 sin que a nadie le parezca raro. ¿Qué pasa?. ¿Son obligatorias las transferencias?.

Yo quiero estar a gusto conmigo mismo, con mi conciencia, como Trillo, que no tiene remordimiento alguno por lo del Yak 42. Lo malo es que yo no he estado implicado en nada raro, ni en estafas, ni en muertes, ni en cohechos, ni en maquinaciones para alterar el valor de las cosas, sólo en pequeñas miserias, en tonterías de andar por casa, en mezquindades que no llaman la atención de los jueces, que no van a ningún sitio. Y por eso, sospecho, sufro de tantos problemas de conciencia y de tantas dificultades para ser feliz.

No tengo amiguitos como El Bigotes, como Correa, no frecuento los bajos fondos. Del trabajo a casa y de casa al trabajo, perra vida. Por eso Rita Barberá no me llama para acompañarme al juzgado y echar unas risas por el camino, como los actores cuando atraviesan la alfombra roja. Yo quiero ser un chorizo, no por los trajes, ni por los viajes a Sudáfrica ni por los 300.000 euros que me dan un día y devuelvo al siguiente en bolsas del supermercado, sino para que la gente me quiera más."

Juan José Millás.

miércoles, 10 de junio de 2009

Carta de un Brigadista Internacional



Ayer, en la reunión que mantenemos los socialistas de Ponteareas en la Agrupación Local, Pancho Candeira, ex-alcalde de nuestra villa, me enseñó una carta que recibió, en julio de 2003, de un antiguo brigadista internacional, Salman J. Salzman. Transcribo su contenido a continuación:



"Estimado Señor Alcalde de PONTEAREAS, ESPAÑA

El diario New York Times del 9 de julio de 2003 publica que en vuestra ciudad vosotros teníais el coraje de destruir el monumento del Caudillo.

Soy uno de los voluntarios de la libertad que llega a defender el gobierno de la Segunda República Española.

Vivan los pueblos de España que luchan por una España democrática y libre.

Con todo respecto.

SALMAN J. SALZMAN
VETERANO DE LA 35 DIVISION
15 B.J.
60 BATT.

Llegué a España de Palestina".


Parece increíble que un acto tan simbólico para una ciudad pueda, a través de la prensa internacional, traspasar fronteras y emocionar a gente tan dispar.

Particularmente, me hubiese encantado conocer al señor Salzman, cosa ya imposible, pues falleció en el 2005. Seguro que su sentimiento vital estremecería y emocionaría a cualquiera.

Salzman, como tantos otros, se unió a la lucha de defender la libertad de las personas. Parece increíble que un señor de Palestina, o de cualquiera otra parte del mundo, se proponga como voluntario para ello.

Durante muchos años, Salzman trató de hermanar a palestinos e israelíes. En su última visita a España, rindió homenaje a un brigadista palestino musulmán, compañero suyo que falleció en defensa de la libertad.

Desde aquí quería hacer un homenaje a tantas personas que dieron su vida, o una buena parte de ella, a defender la libertad y la democracia.

Salzman, aquí, en Ponteareas, ya lo logramos.